Roshan Yoganathan pasó de jugar con volcanes caseros y otros experimentos científicos a ayudar a desarrollar dispositivos médicos del tamaño de un grano de arroz. Su pasión por la ciencia y la salud llevó a Roshan a dedicarse profesionalmente a la ciencia biomédica. Trabajar en la vanguardia de la tecnología implica que un científico debe estar siempre en movimiento. La carrera de Roshan le ha llevado por todo el mundo; comenzó en su ciudad natal, Toronto, y luego se trasladó a la costa australiana, después a Los Ángeles y, recientemente, a su actual hogar en San Francisco. Mientras trabaja en el desarrollo de dispositivos diseñados para ayudar a las personas que viven con enfermedades como la diabetes tipo 2, Roshan espera marcar la diferencia en el mundo.
¿Puedes explicar qué haces?
Soy científico. Realizo experimentos para probar dispositivos que se pueden implantar en el cuerpo. Por ejemplo, ahora mismo formo parte de un equipo que está trabajando en un dispositivo del tamaño de un grano de arroz, fabricado en titanio. Está cargado con un fármaco y está diseñado para colocarse bajo la piel. Antes de comenzar los ensayos clínicos en humanos, debemos comprobar cuánto fármaco libera en animales. Una vez implantados los diminutos dispositivos en animales, les extraemos sangre y medimos la cantidad de fármaco presente en ella. Si el dispositivo es seguro para el animal y libera la cantidad adecuada, podemos pasar a la siguiente fase y comenzar a probarlo en humanos. El dispositivo y el fármaco que estamos probando ahora mismo están destinados a personas con diabetes tipo 2. Las personas con esta enfermedad necesitan inyecciones diarias o semanales, por lo que, en su lugar, los pacientes podrían recibir este pequeño implante que se coloca bajo la piel y permanece allí durante seis meses. De esta forma, los pacientes no necesitan ponerse inyecciones con tanta frecuencia. Con el tiempo, ampliaremos el dispositivo para que dispense diferentes fármacos y ayude a otras personas con otras enfermedades.
¿Cómo es el día a día de tu trabajo?
La empresa en la que trabajo es una startup, por lo que estoy constantemente trabajando en múltiples proyectos. A veces estoy en el laboratorio y otras veces estoy en mi escritorio analizando los datos. Me comunico con empresas externas que realizan pruebas con animales para nosotros, así como con empresas externas que fabrican las piezas para nosotros o empresas que nos ayudan con nuestras solicitudes a la FDA. Desempeño muchas funciones y disfruto participando en diferentes partes del producto en el que estamos trabajando.
Has mencionado que las habilidades comunicativas son fundamentales. ¿Puedes explicar por qué?
Las habilidades comunicativas son importantes porque hay que ser capaz de explicar productos complicados a otras personas, incluyendo a los responsables de la regulación. Estas son las personas que van a recopilar la documentación para presentar al gobierno, o también podrían ser de la FDA. Recibimos preguntas del gobierno y, cuando respondemos a ellas, tenemos que ser capaces de comunicarnos con claridad, sin confundir a nadie ni entrar en demasiados detalles.
¿Cómo te interesaste por esta profesión?
Al principio quería ser médico, pero decidí estudiar ingeniería primero. Me di cuenta de que soy más bien una persona que resuelve problemas. Me gusta averiguar las cosas desde el principio. Creo que la medicina requiere más memorización, por eso pensé que no era lo adecuado para mí. Decidí tomar un camino diferente y trabajar en la interfaz entre la ingeniería y la asistencia sanitaria para intentar ayudar a las personas. Es una carrera para gente a la que le gusta la ingeniería, las matemáticas y la física, y que además quiere ayudar a los demás. Quiero sacar al mercado un producto que marque la diferencia.
¿Hubo algo más que te inspirara a elegir una carrera que ayudara a personas con problemas médicos?
La empresa en la que trabajé después de obtener mi doctorado se dedicaba al desarrollo de un pequeño inyectable para el cáncer de ovario. Una de mis tías tenía cáncer de ovario y falleció justo antes de que yo empezara a trabajar allí. Ese es uno de los motivos que me llevaron a dedicarme a la atención sanitaria de enfermedades. Muchos miembros de la familia de mi padre tienen diabetes y dos de mis abuelos tenían demencia. Estas enfermedades son comunes en muchas familias; todo el mundo conoce a alguien que ha tenido cáncer o algún tipo de enfermedad grave. Por eso, es una motivación para mí; quiero ayudar a las familias que se enfrentan a estas enfermedades.
¿Cuál ha sido el momento más gratificante de tu carrera?
Solía trabajar para otra empresa y participé en la presentación de un nuevo marcapasos. Formé parte del equipo principal que recopiló la documentación. La enviamos al gobierno y recibimos comentarios, y luego participé en la respuesta a esos comentarios porque nuestra solicitud inicial no tuvo éxito. Recientemente, me alegró mucho saber que el dispositivo fue aprobado. Aunque ya no formo parte de esa empresa, fui parte del equipo original que preparó todo y planificó lo que había que hacer para que fuera aprobado. Conseguir la aprobación es muy importante porque así se puede comercializar y ver cómo lo utiliza la gente.
¿Qué sacrificios tuviste que hacer cuando comenzaste tu carrera?
Cuando empecé, el sueldo era bajo. También me he mudado bastante, lo cual es algo obligatorio cuando se trabaja en este campo. He vivido en tres países. Soy de Canadá, viví en Australia durante unos cinco o seis años y ahora llevo unos cinco años en Estados Unidos. Hay que estar dispuesto a mudarse si se quiere trabajar en la vanguardia de la tecnología, porque hay que ir donde están las cosas interesantes. Así que, si te gusta vivir en diferentes países, este podría ser un buen trabajo para ti.
¿Alguna vez has tenido alguna mala experiencia mientras te desplazabas?
Mientras hacía mi doctorado en Australia, me alojaba en casa de alguien que vivía cerca de la playa. Siempre había arena por todas partes y, a veces, me quedaba en lugares donde había cucarachas. Pero hay que tener en cuenta que es algo temporal, solo para poder terminar el doctorado. A veces hay que apretar los dientes y aguantar.
¿A qué clubes deberían unirse los estudiantes de secundaria si están interesados en seguir una carrera en ciencias biomédicas?
Formaba parte del club de matemáticas, pero también del club de atletismo. Me gustaba organizar torneos y ligas para otras personas. Si quieres supervisar estudios o programas de investigación a gran escala, es útil formar parte de un club en el que puedas organizar eventos para otros. Te dará la oportunidad de desarrollar tus habilidades organizativas y comunicativas, que son fundamentales para el trabajo.
¿Algún último consejo?
Si te gusta mucho la ciencia, no dejes que el fracaso te desanime; gran parte de lo que sabemos hoy en día lo hemos aprendido a través del ensayo y el error y la experimentación.